Los sonidos vocálicos del inglés son una de las mayores fuentes de problemas para los hispanohablantes. Esto es así porque tendemos a identificar la letra vocal que vamos a pronunciar con el sonido con el que esa letra se corresponde en español, pero por desgracia no son los mismos.
En este cuadro se recogen los doce sonidos vocálicos del inglés (solo monoptongos, los diptongos los veremos más adelante). Cada sonido puede oírse haciendo click en el símbolo, y también se incluyen distintos ejemplos de palabras en las que se utilizan esos fonemas. Como puede verse, en algunos casos la relación entre sonido y ortografía es muy clara, mientras que en otros se vuelve mucho más compleja. El sonido /æ/, por ejemplo, casi siempre se corresponde con la letra a, pero el sonido /e/ puede ser el resultado de ortografías muy distintas (e, u, ea, a, ie, ai, etc.). Cuando esto sucede es importante tener claro que el sonido de un determinado fonema siempre es el mismo, con independencia de lo extraña que puedan ser la letra o las combinaciones de letras que lo produzcan. Por eso, una vez que sabemos cómo emitir ese sonido, solo es cuestión de ceñirse a él y usarlo en las palabras adecuadas (esto puede parecer muy difícil ahora, pero no lo es, como veremos en el futuro).
Como ya he dicho, el cuadro incluye los doce sonidos vocálicos del inglés (solo monoptongos), tal como se suelen recoger habitualmente en cuadros similares. Pero quedan aún dos sonidos más, la /i/ corta y la /u/ corta, que normalmente se dejan fuera porque no son fonemas, sino alófonos. Esto significa que no dan lugar a un significado nuevo. Se trata simplemente de una forma distinta de pronunciar un determinado fonema. No obstante, puesto que se usan en palabras muy comunes (city, she, to, entre otras), resultan necesarios para que todas las vocales estén representadas. Con ellos tenemos catorce monoptongos vocálicos en total:
Ahora, antes de seguir con las secciones en las que se comparan los fonemas ingleses y españoles, vamos a considerar tres puntos que conviene tener en cuenta para emitir las vocales inglesas correctamente:
Altura y localización. Estos son los dos elementos fundamentales en una vocal, los que la hacen distinta de cualquier otra. La altura es el grado de apertura de la boca (eje vertical) y la localización es la posición de la lengua en un eje horizontal dentro de la cavidad bucal. En otras palabras, de lo que se trata es de si se abre más o menos la boca (altura) y de si la lengua se sitúa más adelante o más hacia atrás (localización). El sonido vocálico /æ/, por ejemplo, es abierto y anterior porque se emite con la boca abierta y la punta de la lengua hacia delante, en contacto con los dientes inferiores. El fonema /u:/, por el contrario, es cerrado y posterior, dado que se emite con la boca bastante cerrada y la lengua elevada hacia atrás. Todo esto puede verse en el gráfico de las vocales situado abajo a la izquierda, que es una representación esquemática de la boca. Los diferentes puntos señalan el lugar en el que se sitúa la lengua para producir el sonido.
Duración. En español las vocales duran todas aproximadamente lo mismo, pero esto no sucede en inglés, donde hay vocales largas y cortas. En la transcripción fonética sabemos que una vocal es larga porque el símbolo que la representa va seguido de dos puntos (/ɑː/, /ɜː/, /ɔː/, etc.). Todas las demás son cortas. De todas formas, la duración de una vocal se ve muy influida por el modo de fonación de la consonante subsiguiente (si es que hay alguna). Dicho en dos palabras, esto significa que cuando una vocal va seguida de una consonante sorda su duración se reduce, a veces incluso en un cincuenta por ciento. Por ejemplo, la /i:/ de cheat es mucho más corta que la /i:/ de cheese. Este fenómeno se conoce como pre-fortis clipping (en la página correspondiente puede consultarse una explicación detallada).
Posición de los labios. Es mucho más importante en inglés que en español. Hay tres posibilidades: redondeados (como si fuéramos a dar un beso), neutrales (labios relajados) y estirados (como en una sonrisa). El redondeamiento se nota mucho en vocales posteriores y cerradas, como /uː/ y /ɔː/. Las vocales anteriores suelen emitirse con los labios estirados (por ejemplo, /iː/ y /æ/).